Si tiene un toldo, es fundamental que realice cierto mantenimiento y limpieza del mismo.
Las características que más se demandan en un toldo es que sea resistente al uso, al fuego, las inclemencias meteorológicas y a un largo etcétera. El tejido es el elemento que más sufre los castigos del tiempo y, por tanto, al que más hay que cuidar. Muchas veces un escaso o nulo mantenimiento de la lona pone en riesgo las magnificas ventajas de los toldos hoy en día.
Con un cuidado mínimo puede mantener los tejidos en perfectas condiciones y asegurarse una larga vida útil para su toldo.
El cuidado del toldo va a depender de su mantenimiento, principalmente del tejido, ante la putrefacción, viento, lluvia y otras condiciones climáticas. Si es un modelo de toldo cuya estructura cubre la lona mediante cofres, la lona durará más.
Las lonas acrílicas, que suelen ser el tejido más utilizado en los toldos, llegan a durar entre 10 y 15 años, demostrando su gran calidad. Para un correcto mantenimiento del toldo, lo mejor es revisarlo dos veces al año, antes y después del verano, que es cuando más uso se le da. La lona se debe controlar visualmente para asegurarnos de que no haya quemaduras, desgarros o roturas en las costuras.
Todas las operaciones de mantenimiento extraordinario después de transcurrir la garantía, se aconseja que sea llevado a cabo por el personal especializado de la empresa de toldos que se lo instaló. Hay que quitar enseguida las hojas caídas o excrementos de los insectos, teniendo en cuenta que constituyen el punto de partida para infestación de microbios o daños en la capa de protección y atenuación del aluminio).
Si su toldo no cuenta con sistema de recogida automatizado, para alargar su vida deberá recogerlo en caso de lluvia, viento o nieve. E incluso debería plantearse la posibilidad de guardarlo en el invierno (en lugares secos para favorecer su conservación).
No enrolle el toldo estando húmedo (puede crearse moho) a menos que sea imprescindible y en este caso asegúrese de desenrollarlo más tarde para que se seque.
Para evitar la oxidación y deterioro de su toldo, asegúrese de conservar todas las partes secas y limpias, así como de ir reparando los desperfectos que puedan ir apareciendo.
Acuda siempre a los mejores profesionales en caso de averías y no se salte sus revisiones periódicas, las cuales suelen ser anuales. Así podrá identificar y poner soluciones a posibles problemas de su toldo antes de que éstos sean demasiado graves.
Lonas y Toldos Fernández, especialistas en la venta de toldos en Málaga
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